Toda la noche he dormido contigo
junto al mar, en la isla.
Selvage y dulce eras entre el placer y el sueño,
entre el fuego y el agua.
Tal vez muy tarde
nuestros sueños se unieron
en lo alto o en el fondo,
arriba como ramas que un mismo viento mueve,
abajo como rojas raices que se tocan.
Tal vez tu sueño
se separó del mio
y por el mar oscuro
me buscaba como antes
cuando aún no existias
cuando sin divisarte
navegué por tu lado,
y tus ojos buscaban
lo que ahora
-pan, vino, amor y cólera-
te doy a manos llenas
porque tu eres la copa
que esperaba los dones de mi vida
He dormido contigo
y al despertar tu boca
salida de tu sueño
me dio el sabor de tierra,
de agua marina, de algas
del fondo de tu vida,
y recibi tu beso
mojado por la aurora
como si me llegara
del mar que nos rodea
Pablo Neruda.
quinta-feira, 4 de novembro de 2010
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